Esta foto tomada por un compañero ayer en la concentración por la libertad de los detenidos el 22M en Madrid enfrente de la delegación de gobierno de Zaragoza ilustra algo de lo más sórdido, inquietante y surrealista que se ha podido ver en esta ciudad en años y que no hay duda se puede repetir en otros lugares.
Comentamos la situación para los que no estuvieran allí o los que no se enteraron. Este grupo que vemos aquí, con total seguridad los de detras de la columna, son policias (algunos de los concentrados ya sospechaban que eran eso o nazis…o las dos cosas) que aprovechando que la gente se iba marchando de la concentración pasaron delante de delegación aplaudiendo y gritando consignas en favor de la policia. Previamente se estaban haciendo los locos pasando «desapercibidos» como solo ellos saben hacer, muy discretos como si fuera una visita guíada un domingo en Zaragoza a las 9 de la noche…y muy cobardes mostrando sus intenciones sólo cuando el grueso de los concentrados ya había abandonado el lugar. Que solidarios los agentes fuera de servicio con sus compañeros pasando la tarde del domingo por allí para apoyar al CNP tras los indidentes por ellos mismos provocados Madrid y los cuales achacan ahora a sus mandos por darles «órdenes caóticas». Hoy en Madrid ha habido incluso una «asamblea» de antidisturbios en la central de Moratalaz…o reunión de macarras con placa a los que les salió mal la jugada y acabaron recibiendo lo que llevan cosechando tiempo, la rabia de un pueblo que ha dicho basta y que no tiene miedo en plantar cara al represor y a sus sicarios institucionalizados. Igualmente algo similar a lo ocurrido en Zaragoza ha pasado en Madrid hoy mismo en la salida de vehículos de los juzgados de plaza Castilla: gritos de UIP, UIP… Por lo que el caso de Zaragoza no es sino un ejemplo más de una situación que puede darse en cualquier punto del estado (aprovechamos pues para poner en sobreaviso de esta situación tanto a gente de aquí como de fuera).
Si en verdad estamos entrando en un nuevo punto de conflictividad social alegra saber que el enemigo no las tiene todas consigo y que le empieza a ver la orejas al lobo…no todo iba a ser apalear a estudiantes indefensos y ultrapacifistas. Quien siembra vientos recoge tempestad, y el pueblo, en su más estricto sentido de la palabra, empieza a tomar conciencia de quien son y a quien protegen. Sino quieren recibir que se hagan bomberos, por cierto, un ejemplo cuanto menos bastante más decente de servidor público. La línea roja del sometimiento y la represión (y su triste aceptación acritica) se había cruzado hace tiempo pero solo ahora parece que se han clarificado mejor el escenario y los actores. Y «ellos» lo tienen muy clarito, así que nos toca a nosotrxs tenerlo también presente, estar concienciadxs y actuar en consecuencia. El que ataca a su pueblo deliberadamente, de manera desmedida e injustificada, que no espere más flores ni manos levantadas. Con nosotrxs o con ellos. ACAB